Como presagiaba Córdoba Aire Limpio sobre la autenticas intenciones de la Empresa Cementos Cosmos S.A. −la de convertir el horno de su cementera en una incineradora generalista−, Votorantim sigue con su escalada de incremento de sustitución de combustible convencional por los denominados “alternativos”, que no son otro que la utilización de residuos diversos como fuente energética.
Si analizamos la trayectoria de Cosmos, hemos comprobado, que, tras negar públicamente en 2007 (y ser felicitada por ello por el Ayuntamiento) que en la cementera se fuera a incinerar residuos: basuras mezcladas (lo que, con posterioridad fue prohibido por ley y hoy solo se puede hacer si están previamente seleccionadas); plásticos agrícolas (ya han conseguido hacerlo extensible a todo tipo de plásticos); lodos de tratamiento de aguas residuales urbanas; y neumáticos fuera de uso, lo que ya están haciendo desde el 2016; en una calculada escalada, con posterioridad, han pedido y el 26 de agosto del 2016 se les ha autorizado incinerar los denominados CDR (combustibles derivados de residuos); con posterioridad el 2 de noviembre del 2016 solicitaron el uso de sus instalaciones para la destrucción de sustancias estupefacientes que, aunque inicialmente se les ha negado, un Informe de la Delegación les ha dejado la puerta abierta a que consigan la licencia; ahora, y no será lo último que soliciten, la Delegación de Medio Ambiente les ha autorizado el 19 de diciembre, la ampliación del porcentaje de sustitución del combustibles convencional por residuos, del 30% al 44’9%.
Así pues, comprobamos cómo de manera sucesiva y por medio de las denominadas modificaciones no sustanciales (por lo que su conocimiento no trasciende al público en general e, incluso dudamos que de ello llegue a tener conocimiento el Ayuntamiento, como hemos podido comprobar con las licencias otorgadas a RECICOR, o a pesar de que tengan o no autorización −como ocurre en la actualidad que sin licencia municipal están incinerando residuos−, la multinacional VOTORANTIM irá incrementando el número de residuos a quemar y el porcentaje de sustitución hasta llegar al verdadero desiderátum de este tipo de Empresas que es la cremación, si se les deja, de residuos no peligrosos y peligrosos, para lo que se aprovecharán de la laxitud y permisibilidad de las leyes medioambientales, de la descoordinación administrativa e institucional, de las presiones políticas de los lobbies, del pasotismo o desconocimiento social, de los medios de comunicación e instituciones “afectas”, etc.
Todo ello quedará “bien justificado” en el mantra de las mejoras técnicas disponibles, la rentabilidad y competitividad empresarial, y la consecución de “trabajo”; pero que en el fondo, la única razón verdadera es la de obtener grandes beneficio, siendo para ellas segundarias o importando bien poco la salud de sus trabajadores o la de todos los habitantes de una ciudad.
Finalmente, hemos de señalar que en la autorización, como en todas las otorgadas, se expresa claramente que: “La Resolución de modificación no sustancial no exime a su titular de la obligación de obtener las demás autorizaciones, permisos y licencias que sean exigibles de acuerdo con la legislación vigente, y en particular las que, en su caso, deba otorgar el Ayuntamiento, de acuerdo con lo establecido en el artículo 17.1 de la Ley 7/2007, de 9 de julio de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental”, disposiciones legales que la cementera Cosmos están reiteradamente incumpliendo desde el 2016, al estar incinerando residuos sin las preceptivas autorizaciones municipales, lo que pone de manifiesto la prepotencia y el desprecio con el que las multinacionales tratan a los Gobierno locales.
Córdoba, 17 de enero de 2018
PLATAFORMA CÓRDOBA AIRE LIMPIO
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